Ventana dedicada a Tomás...
Ventana cedida por Tomás
Ardió en deseos de no ser él...
" Sigue habiendo generaciones muertas que hacen libros pudibundos. Incluso jóvenes: libros encantadores, sin poso alguno, sin noche. Sin silencio. Dicho de otro modo: sin auténtico autor. Libros de un día, de entretenimiento, de viaje. Pero no libros que se incrusten en el pensamiento y que hablen del duelo profundo de toda vida, el lugar común de todo pensamiento.
No sé qué es un libro. Nadie lo sabe. Pero cuando hay uno, lo sabemos"
M.Duras
12 comentarios:
Muchas veces ardo en deseos de no ser yo por el sentimiento de culpa que me abruma, sé que soy inocente.
Un post neorromántico.
Por cierto, si me permites una apreciación, podrías cambiar la hora en la configuración del blog, resulta extraño hacer un comentario a las 19,20 y que marque 10.23 a.m.
O tengo mal el reloj?
Un texto sabio.
Pero a veces un libro sólo entretiene, y está bien que sea así.
También.
:)
LOS LIBROS PUEDEN O NO
DECIRNOS ALGO O MEJOR
DICHO ENSEÑARNOS ALGO
QUE NOS SIRVA PARA
NUESTRA VIDA
el texto que está sobre la foto da lugar a malas interpretaciones, con perdón.
El texto de Duras es precioso.
@maria seco:
me gusta que no cejes en tu empeño de conseguir que todo sea agradable.
@blanca, gracias por tu apoyo.
Recogida la apreciación, María,obedecía a un recuerdo caduco.
Blanca el texto sobre la ventana pertenece a Tomás.
tac tac tac... que no entiendo, espeor poco a poco ir comprendiendo los retazos y fragmentos que vas dejando...
Me encantan los fotogramas de Tomás con texto superpuesto. Sus capturas.
Por cierto.
Una que va de ventanas, de la última Manifesta:
http://www.waitingforcargo.net/Waiting_for_Cargo/Home/Entries/2008/9/17_Manifesta_7_-_Scenarios%3A_Adriana_Cavarero.html
Lamento la calidad de las fotos, igual hay algo más online. Espero que la grabación dé una idea. Pero eso de la ventana como pantalla sonora para la voz, realmente, hay que experimentarlo allí mismo.
Unheimlich...
Lo sé cuando leo a esta increíble mujer,
“[...] Empecé a escribir en un medio que predisponía exageradamente al pudor. Escribir para ellos aún era un acto moral. Escribir, ahora, se diría que la mayor parte de las veces ya no es nada. A veces sé eso: que desde el momento en que no es, confundiendo las cosas, ir en pos de la vanidad y el viento, escribir no es nada. Que desde el momento en que no es, cada vez, confundiendo las cosas en una sola incalificable por esencia, escribir no es más que publicidad. Pero por lo general no opino, sé que todos los campos están abiertos, que no surgirá ningún obstáculo, que lo escrito ya no sabrá dónde meterse para esconderse, hacerse, leerse, que su inconveniencia fundamental ya no será respetada, pero no lo pienso de antemano”.
M. Duras
Una gran reflexión la de M. Duras. Y qué difícil debe ser escribir un Libro, con mayúsculas.
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