A mis soledades voy,
de mis soledades vengo,
porque para andar conmigo
me bastan mis pensamientos.
(...)
No puede durar el mundo,
porque dicen, y lo creo,
que suena a vidrio quebrado
y que ha de romperse presto.
Texto: Lope Félix de Vega y Carpio
La Dorotea. Acción en Prosa (1632)